sábado, 19 de diciembre de 2009

Trabajo Duro Trabajo (II): Vestuario

Nunca había tenido que ir a trabajar con traje, así que no sabía lo que me podía encontrar. Para concretar diré que no tengo camisas ni corbatas, que las corbatas que tengo son de prestado y de las camisas un par son para ir con traje, las demás no tanto. Agradezco profundamente a mis compañeros que no les importe que lleve esas camisas o que, cuando me compré aquella camisa y me la puse nada más sacarla del paquete no me dijeran nada de las marcas de doblado. Joder, que hay que ser cutre.
No lo leerán, pero el agradecimiento ahí queda.

A lo que iba.
Los trajes son caros, no siempre quedan bien y no sabes qué hacer con ellos. Me explico: ¿cuántas veces te los pones, cuánto los cambias, cada cuánto los lavas, cómo narices se combina un traje una camisa y una corbata? grandes incógnitas de la humanidad para las que traigo respuestas.

Yo diría que deberías tener cuatro trajes si tienes que llevarlo todos los días. Lo suyo son dos de invierno y dos de verano. Si un traje es de invierno o de verano sólo puede decidirlo una madre, a los demás nos parecen todos iguales. Por no hablar de los trajes de "entretiempo". Dejémoslo en tres o cuatro trajes, del tiempo que sean mientras no sea demasiado, y que no te de vergüenza llevarlos.

Como probablemente los viernes vayas a trabajar de "sport" o como lo llamen (me habría gustado que fuera el día de la camisa hawaiiana, como en Office Space) te quedan cuatro días. Lo suyo es coger dos y dos, dos un traje, los otros dos otro. Puedes alternar, pero en mi opinión queda peor. Así te pones un traje dos días seguidos cada dos semanas.

El cada cuánto lavarlo es una incógnita aún para mi, especialmente en lo que respecta a las chaquetas, que van directas a la tintorería. Los pantalones normalmente se pueden lavar en la lavadora, independientemente de lo que diga la etiqueta, pero con cuidado, eso sí. Yo diría que los pantalones los debes lavar cada mes o dos meses. Esto no son esos vaqueros que no lavas jamás y que no los cuelgas en percha, directamente los pones de pie en el suelo y se mantienen. No. Son pantalones que cuando te los has puesto más de cuatro veces empiezan a pedir oxígeno. O eso creo yo.

Respecto a las combinaciones la mejor forma es coger el traje, cerrar los ojos y coger una camisa y hacer lo mismo con las corbatas, pudiendo repetir en la camisa una vez y en las corbatas otra, guardando por si acaso la primera. Es la mejor opción, de verdad.
Otra opción es pedir consejo femenino, que básicamente harán lo mismo de las camisas y corbatas al azar pero dirán cosas como "este traje tiene líneas azules (aparentemente invisibles para el ojo de un hombre), le pega esta camisa", "rayas con rayas no queda bien", "va perfecto, rayas con rayas" ó "el color de esta corbata rompe con el de la camisa, es estupendo". Por increíble que parezca nos sentiremos más seguros si alguien nos ha dicho estas cosas y seremos capaces de llevar una camisa a rayas moradas y rojas con una corbata verde cual payaso de micolor con total normalidad.

Eso es todo lo que hay que saber de los trajes, puedes tirar los consejos y experiencias al retrete, quédate con estas líneas. Disculpad que no hable del vestido de oficina para mujeres pero se me escapa por todas partes. No comprendo cómo pueden ir un día con traje normal, de chaqueta y pantalón, al siguiente igual pero chaqueta y falda y al otro con un vestido rosa y botas. Para mí es incomprensible.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Película: Blindado

Acabo de volver de ver Blindado. Todo está bien menos el guión, creo que no hace falta decir nada más, pero por si acaso, no sigas leyendo si no quieres encontrarte algún SPOILER:



¿No sería lógico que si mueven 42 millones de dólares tuvieran algún tipo de escolta policial, algo como un coche delante y otro detrás? y ¿cómo hace la bomba del final? vale que fuera del ejército, pero coger al azar seis cartuchos de escopeta, una bengala y cuatro cosas más no parece creíble convertirlo en una bomba con pilotito rojo parpadeante en cuestión de segundos.
¿Qué pasa con el GPS? ¿Volvemos a contactar en 58 minutos? ¿58 minutos, de verdad?
En fin, que sales del cine creyendo que has visto una película entretenida, pero cuanto más lo piensas menos sentido tiene.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Trabajo Duro Trabajo (I)

He estado escribiendo poco por culpa del trabajo. Bueno, digamos mejor ¡gracias al trabajo!
Dicen que el año que viene va a ser malo por la crisis, pero de momento si todo va bien seré un afortunado trabajador durante prácticamente todo el año siguiente. Y además, por empezar en Diciembre me toca algo de la extra y cesta de navidad.

Pero no todo son buenas noticias y felicidad. Estoy trabajando en una aplicación en PHP con el Framework Zend y con añadidos de firmas digitales y demás diversiones. Si puedo ya hablaré un poco del proyecto, pero como probablemente no pueda nos quedamos con PHP, Zend y servidores Apache por todas partes.

Como esta entrada sería muy corta si la dejamos aquí... la voy a dejar aquí, y en próximas entradas hablaré sobre el día a día en una oficina.
Hay que reconocer que es una salida original.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Chrome en Ubuntu

Me he instalado Chrome en Ubuntu, y va como un tiro.
http://chrome.google.com/

Tenía problemas con el Flash en Firefox. Ya en otra entrada comentaba cómo solucionar los problemas (Flash en Ubuntu 9.10 64 bits), pero resulta que no los ha solucionado. En principio sí, se ven los videos y todo funciona, pero hay unos cuantos peros:

  1. Hay flashes aleatorios, especialmente a pantalla completa, que tapan durante unas décimas de segundo una parte de la imagen. Muy molesto.
  2. Consume demasiado procesador sin parar (alrededor del 70%). No baja ni siquiera tras haber parado el video o cerrado la página, tengo que cerrar firefox.
  3. Últimamente perdía el sonido en algunos videos, normalmente después de pausar y continuar.
He probado soluciones, por ejemplo la de crear un archivo en /etc/adobe/ llamado mms.cfg con la línea OverrideGPUValidation=true, que se supone que para gráficas Intel como la mía le dicen al enano del Flash que por favor no intente comprobar si es una tarjeta seria que le puede entrar la risa y el Flash funcionar regular. No parecía tener efecto, aunque noté que el sonido no desaparecía, pero seguía sin ir bien del todo. Me falta por probar nspluginwrapper, ya lo haré si tengo tiempo, pero de momento...

... he instalado Google Chrome y funciona muy bien. Se integra con el tema GTK+, tiene extensiones (para Windows también, para Mac de momento no > http://chrome.google.com/extensions/). Yo recomiendo instalar XMarks, FlashBlock, AdThwart y Google Mail Checker. Hay muchas más, pero estas, especialmente FlashBlock y AdThwart son indispensables para navegar con un poco más de calma y no echar en falta Adblock, No-Script o similares de Firefox.

Ahora mismo no echo de menos Firefox, ya veremos los próximos días. El flash funciona (aún sigue dando algún parpadeo, tendré que probar con Compiz activado), así que de momento me quedaré con Chrome.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Buscando trabajo: las entrevistas.

Infojobs, bolsa de empleo de la Universidad, amigos, contactos y curriculums al viento. Buscar trabajo es duro.

En principio ir de entrevista en entrevista no está mal, cada una es una experiencia, ves dónde flaquean tus conocimientos y dónde das la talla (siempre piden más de lo que esperan encontrar). Pero cuando ya llevas unas cuantas dejas de verlas como experiencias. Sentarte frente al entrevistador, intercambiar un par de comentarios sin trascendencia, empezar a contarle tu vida y experiencias... puede que la cosa vaya como la seda o puede que surja alguna pregunta incómoda (son expertos, con medio vistazo a tu CV saben perfectamente qué preguntar y qué no). En general suelen ir bien, la gente es amable y te tratan como si fueras uno más.

¿Entonces, cómo que es duro?
Pues sí. Porque después tienes que volver a casa. Y vuelves con tu traje, tu libro (el lector de ebooks me está dando la vida, ya le dedicaré una entrada) y la cabeza llena de vueltas, giros, curvas, loopings y ni una sola línea recta.

Yo sólo puedo dar un consejo: no te comas la cabeza, sigue con tu vida normal y si ves que hay un punto que les interesa a los entrevistadores en varias ocasiones machácalo. Por ejemplo, veo que están pidiendo mucho Drupal, Joomla y CMS en general, así que me voy a dar un baño de guías, tutoriales y prácticas durante unos días. Eso sí, con calma y tranquilidad. O eso espero.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Flash en Ubuntu 9.10 64 bits

Tan sencillo como desinstalar todo lo que tengas del flash (gnash, flashplugin-installer, flashplugin-nonfree). Una vez hecho eso te pasas por esta página:
http://labs.adobe.com/downloads/flashplayer10_64bit.html

Te bajas el archivo, y una vez descomprimido copias el flashplugin.so a la carpeta /usr/lib/mozilla/plugins/

Cierras firefox, lo vuelves a abrir y ya está.

Antes de esto tenía bastantes problemas para ver videos, a veces no se cargaba más que un fondo blanco. Ahora no da ningún problema.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Viaje a Bélgica (II)

Salimos con Ryanair de la T1 rumbo a Bruselas. Por así decir, porque llegamos a Charleroi (los vuelos baratos es lo que tiene, que para llegar a tu destino luego tienes que coger un autobús). Allí teníamos dos opciones, coger el bus de "Ryanair" o coger otro que nos llevase a la estación de tren. Escogimos esta segunda opción, y como pudimos ver después fue todo un acierto.

El autobús del aeropuerto a la estación costó 2'50 por persona. Una vez allí compramos un billete de tren de diez viajes por 73€. Si eres menor de 26 sale a 53€ si no recuerdo mal, pero dado que los dos no cumplíamos con este requisito nos cogimos el de 73€. No sé si luego piden DNI o algún documento cuando pasa el revisor en el tren... y puedo asegurar que pasa mucho. Prohibido colarse, vaya.

Con este billete de 10 viajes tuvimos suficiente para toda la estancia. Es un billete un poco extraño, hay que escribir con bolígrafo el origen y el destino así como la fecha. Pueden usarlo varias personas, en nuestro caso gastamos dos viajes cada vez que subíamos a un tren. Hay que decir que los billetes no se compran en las taquillas normales, donde está toda la gente haciendo cola, ni se compran en las máquinas a menos que quieras pagar con tarjeta, hay que entrar en una sala específica para comprar que ahora no recuerdo cómo se llama, pero una vez allí se ve en un momento.

Fiinalmente llegamos a Bruselas. Aprovechamos para ver los horarios del tren para el día siguiente. No teníamos ni idea de dónde estaba el hotel, así que nos pusimos a preguntar. Una señora muy amable se vino con nosotros fuera de la estación y nos indicó el camino. Increíble la amabilidad de los belgas, capaces de desviarse durante un cuarto de hora de su camino para acompañarte y que no te pierdas (hecho verídico, penúltimo día de estancia, ya llegaremos).
Fuimos andando, con las maletas y mochilas, y llegamos a una plaza donde no supimos continuar. Entonces preguntamos, o al menos lo intentamos, sin que nos dirigieran siquiera una mirada. "Joder con la amabilidad belga, pensé entonces". Más tarde descubriríamos que era la plaza con peor gente de todo Bruselas (al menos que hayamos visto). Por suerte, un chaval amable reparó en que no éramos ni gitanas maldiciendo por un euro ni rateros de medio pelo y nos dijo que un poquito más alante, entrando en una pequeña calle, llegábamos a la Grand Platz, y allí estaba la oficina de información.

La Grand Platz es impresionante. Ha sido llamada "el mejor teatro de Europa". Donde pongas la vista descubres un edificio increíble, y estoy seguro de que si te gusta la arquitectura te podrías pasar horas allí. Se da el caso de que a mi los edificios me parecen bonitos, interesantes y poco más. No es que no lo aprecie, me gusta estar allí, verlo, sentir el ambiente, pero una vez hechas las fotos de rigor fuimos directamente a la oficina de Información. Allí nos dieron un mapa con el que llegamos al hotel.

Lo mejor de Bruselas, del centro, es pasear sin prisas. Entonces sí aprecias la Grand Platz, sí disfrutas de sus monumentos, sus calles y del mogollón de gente (muchísimos turistas, no dejas de oir español durante más de 10 minutos, y no sólo en Bruselas).

Tras dejar las cosas en el hotel nos fuimos en busca del Manneken Pis. Básicamente es una estatua diminuta de un niño meando, al cual le visten de una forma diferente cada día. Tiene más de 400 trajes, o eso dicen.

Una vez más tras las fotos de rigor (y decepción por el tamaño, es como ir a Louvre y ver la Gioconda, se te queda cara de "¿y es sólo esto?") fuimos en busca de la Jenneken Pis, que es lo mismo que el otro pero del sexo opuesto. Es decir, una niña meando. No hace falta que lo digas, estos belgas están locos.
En nuestra búsqueda fuimos sin saber qué buscábamos, y preguntábamos por la Manneken Girl.

- Un hombre del lugar dijo: "sí, por allí, en esa esquina".
- No, pero ese es el Manneken, buscamos a la chica -contestamos-.

Entonces el hombre sonrió, nos volvió a mirar de nuevo y dijo:
- ¿Un chica? sí, sí, por allí, hay que andar mucho.
- Gracias -contestamos-.

Nos dimos cuenta un rato después de que el hombre pensó que le estábamos tomando el pelo, y nos mandó a la Parla belga.

En nuestro periplo nos cruzamos con una chica que dijo no hablar demasiado bien inglés (sí amigos, francés, holandés o inglés son los idiomas indispensables para el viaje), y otra que dijo que conocía la existencia de la niña meona pero que ni los de Bruselas sabían dónde estaba.

Cabizbajos volvimos al punto de información y preguntamos por la Manneken Girl. La chica, inteligente, comprendió que nos referíamos a la Jenneken Pis, y nos mandó a la calle justo al lado de nuestro hotel.

Manda huevos.

Aproveché para preguntarle por el Delirium Cafe, una cervecería famosa por tener tantas marcas de cerveza como número del año. Este año tendrían 2009.

Mira por donde, estaba en la misma calle que la Jenneken Pis, una más allá del hotel.

...

Fuimos, vimos a la niña, y volvimos al hotel. Aprovechamos la búsqueda para comprar víveres, especialmente agua, pan y algo de pasta para cenar algún día. Si no recuerdo mal aquél primer día compramos todo en el Carrefour Express de la estación de tren. Es preferible encontrar algún otro sitio porque el precio sube un poco, pero bueno, tampoco se nota demasiado.

Más tarde nos montamos un bocadillo de salchichón en condiciones, nos fuimos a la plaza de las gitanas y los rateros (fue después del bocadillo cuando nos dimos cuenta de esto), y nos dirigimos a ver el Palacio Real y el Parque de Bruxelles. No son gran cosa, pero hay que verlo, y se puede ir de paseo. A fin de cuentas iba a ser un viaje tranquilo.

A la vuelta nos compramos unas patatas y un waffle (gofre) para cenar. Las patatas bien, el gofre rebosante de chocolate.
Un momento gracioso vino al pedir el gofre. La chica nos caló como españoles en seguida, y nos dijo algo en español, algo como "¿dos de chocolate?". Como no estábamos seguros de si queríamos tanto chocolate en nuestras vidas, especialmente tras unas patatas fritas, preguntamos "¿es el mejor?". Ahí descubrimos que la pobre chica sólo sabía decir unos cuantos números y sabores, poco más. Así acabamos con dos rebosantes gofres. Inglés señores, inglés.

Volvimos de paseo al hotel, pasamos por el edificio de la Ópera, el de la Bolsa y alguna calle interesante, poco más.

Cosas sueltas:
  • Aparthotel B, Grand Platz, por si a alguien le interesa el nombre. Habíamos leído opiniones buenas y malas. A nosotros nos hicieron la habitación todos los días menos el domingo, y no tuvimos ninguna queja.
  • Nos quedamos con las ganas de los mejillones con patatas, plato típico del lugar, pero eran caros a más no poder. Pongamos que una cazuela de mejillones con un platito de patatas fritas y la obligada cerveza saldrían por algo más de 20€ cada uno. Un capricho si alguien se lo quiere dar.
  • Cuidado con los gofres de chocolate. No sólo pringan todo de chocolate sin que descubras jamás de dónde ha salido, además son excesivamente empalagosos. Yo preferiría un gofre sólo, que ya es bastante dulce, o medio de chocolate como mucho.
  • Bruselas huele a pis. He leído en algún sitio que Madrid huele a pis. El olor en algunas zonas de Bruselas era mucho peor que el peor olor a orín de mono en Madrid.
  • La cantidad de revisores en los trenes belgas es algo asombroso. Por nada del mundo intentéis colaros. El metro está menos vigilado, no hay tornos (al menos hasta donde yo he visto) ni revisores. A mi no me gusta colarme en ningún sitio, pero sé que es algo relativamente común, especialmente si planteamos un viaje "a lo ahorrativo" como es el caso. No lo hagáis, no merece la pena.
  • Abusad del bocadillo, comprad embutido en España y os lleváis un buen chorizo, lomo, jamón o lo que queráis al vacío. No es la mejor de las comidas, pero tanto para una comida pequeña en espera de una merienda-cena en condiciones como para matar el gusanillo viene muy bien. Además, el pan belga está bastante bueno.
  • El chocolate belga fue una total decepción. No es que esté malo, pero tampoco es una delicia como lo quieren vender. En mi opinión una caja de bombones Lindt, que los encuentras en cualquier lado, son mejor opción. Ahora, si te gustan las frutas bañadas en chocolate (a mí no) creo que entonces sí, los belgas son tu opción.
Próximo día, viaje a Antwerpen.